El alcoholismo, o dependencia del alcohol, es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas. Esta alteración interfiere en la salud física y mental del individuo, así como en sus responsabilidades laborales, además de afectar también al núcleo familiar y a la sociedad entera. El consumo de alcohol en exceso produce múltiples problemas de salud en el individuo. Dentro de los problemas físicos podemos resaltar la cirrosis hepática, alteraciones cardiovasculares, hipertensión, desnutrición, problemas gastrointestinales y aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer. Si el consumo excesivo es prolongado, pueden aparecer problemas nerviosos y mentales, e incluso daño cerebral permanente. Otros problemas derivados del consumo de alcohol son el aumento de accidentes de tráfico y de la violencia. Asimismo, el alcohol puede causar muertes por sobredosis.
CAUSAS
No hay una causa
definida del alcoholismo, pero hay factores de riesgo que pueden jugar un papel
importante en su desarrollo. De hecho es una enfermedad biopsicosocial, y tiene
causas:
- Biológicas: Es más probable en las personas con algún familiar alcohólico o con algún trastorno psiquiátrico y la razón puede encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas
- Psicológicas: Ansiedad, conflictos en las relaciones personales, baja autoestima, timidez, entre otras.
- Sociales: Facilidad para tomar contacto con el alcohol. Entorno de consumo, abuso del alcohol en situaciones sociales, estilos de vida estresantes, etc.
TIPOS DE ALCOHOLISMO
·
Tipo I: Es característico en personas adultas, que pueden tener una etapa
de grandes ingestas puntuales separadas por tiempos de abstemia pero que sin
embargo van siendo más pequeños hasta poder alcanzar una gran dependencia,
acompañada progresivamente por el desarrollo de enfermedades hepáticas.
· Tipo II: se desarrolla en personas durante la adolescencia y está asociado
a menudo a un historial violento y arresto policial. No se caracteriza por un
aumento progresivo del consumo de alcohol. Algunos estudios han determinado una
menor expresión de la enzima monoamino oxidasa en este grupo, lo que se ha
correlacionado con una menor producción de serotonina (relajación y activación
del sistema nervioso simpático) en el sistema nervioso central.
SÍNTOMAS
Por lo general, se
puede realizar un autodiagnóstico, los síntomas incluyen consumo recurrente de
alcohol a pesar de los problemas legales y de salud relacionados. Las personas
alcohólicas pueden beber al comienzo del día, sentirse culpables por el consumo
y tener el deseo de reducir la cantidad de alcohol que ingieren.
- · Incapacidad de mantenerse sin consumir alcohol.
- · Promesas incumplidas de controlarse o abstenerse.
- · Descuido en la higiene personal y la alimentación.
- · Trastornos del sueño.
- · Ausencia, errores y retrasos recurrentes en el trabajo.
- · Angustia o presión en el pecho por las mañanas.
- · Mentir sobre la cantidad ingerida o esconder botellas.
- · Pérdida de tiempo y/o dinero en planear el consumo, consumiendo o por la resaca.
- · Beber solo o juntarse con personas con las cuales el único vínculo es la bebida.
- · Tener algún tipo de consecuencia por el consumo de alcohol y no ser capaz de controlarse.
- · Sentimientos de culpabilidad el día siguiente.
- · Lagunas mentales.
- · Ponerse a la defensiva al hablar sobre el problema.
- · Incapacidad para divertirse sin la presencia del alcohol.
- · Episodios de cambio de personalidad bajo los efectos del alcohol.
TIPOS DE DEPENDENCIA
o La Física: La
dependencia física se revela por sí misma cuando se interrumpe la ingesta de
alcohol con síntomas muy claros, como temblores, sudoración… llegando incluso a
producir la muerte.
o La Psicológica: Una vez
superada la dependencia física comienza el verdadero trabajo y es enseñar a la
persona a lidiar con sus emociones y situaciones sin recurrir al uso del
alcohol. Esta es la verdadera dependencia psicológica: pensar que no se es
capaz de vivir la vida sin alcohol.
CONSECUENCIAS
1. SALUD
- Envejecimiento prematuro.
-
Pérdida/aumento de peso corporal.
-
Alteraciones inmunológicas.
-
Gastritis crónica, úlceras de estómago o duodeno.
-
Alteración de la función general del hígado y finalmente cirrosis.
-
Pancreatitis.
-
Hipertensión.
-
Aumento de los triglicéridos y del colesterol LDL.
-
En hombres, reducción de testosterona.
-
En mujeres, amenorrea, anovulación y menopausia precoz.
-
Hipoglucemia, cetoacidosis e hiperuricemia.
-
Diferentes cánceres del tracto gastrointestinal.
-
Retención de líquidos, hinchazón.
-
Enrojecimiento y capilares de la cara dilatados.
-
Síndrome de alcoholismo fetal en mujeres embarazadas.
-
Delirium tremens.
-
Síndrome de Wernicke-Korsakoff.
-
Depresión, ansiedad.
-
Suicidio.
2. TRABAJO:
- Absentismo y retrasos sin justificación.
-
Conflictos con los compañeros.
-
Lentitud, torpeza y escasa eficacia.
-
Despido.
3. FAMILIA:
- Empeoramiento de las relaciones familiares.
-
Maltrato psicológico y, en algunos casos, físico.
-
Separaciones y divorcios.
-
Celotipias.
-
Daños y trauma a hijos.
4. PERSONAL:
- Sentimientos de frustración e impotencia.
-
Episodios de violencia.
-
Aislamiento.
-
Depresión y cambios del estado de ánimo.
-
Sufrimiento
TRATAMIENTO
- · Disulfiram: Causa síntomas desagradables como náuseas y enrojecimiento de la piel cada vez que bebe alcohol. Saber que beber causará estos efectos desagradables puede ayudar a mantenerlo alejado del alcohol
- · Naltrexona: Bloquea los receptores en el cerebro que le hacen sentir bien cuando bebe alcohol. También puede reducir sus ansias por beber. Esto puede ayudarle a reducir su consumo de alcohol
- · Acamprosato: Ayuda a evitar el alcohol después de haber dejado de beber. Funciona en múltiples sistemas cerebrales para reducir sus ansias, especialmente justo después de haber dejado de beber.
PREVENCIÓN
La mayoría de las
personas con trastorno por consumo de alcohol pueden encontrar ayuda con alguna
forma de tratamiento. Estos incluyen medicamentos y terapias conductuales.
Muchas personas obtienen un mejor resultado recibiendo ambos tratamientos. Las
personas que reciben tratamiento por trastorno por consumo de alcohol también
pueden beneficiarse al asistir a un grupo de apoyo como Alcohólicos Anónimos
(AA). Si usted tiene el trastorno y una enfermedad mental, es importante
conseguir tratamiento para ambos.
- Enseñar
comportamientos y hábitos saludables,
actitudes favorables al propio cuidado, promover una comunicación fluida y
un clima familiar afectivo positivo, donde prevalezcan las actitudes de
reconocimiento y respeto, son algunas pautas generales de actuación que
nos pueden ayudar.
- También es importante
establecer un sistema coherente de normas y límites: adaptados
a la edad de nuestras hijas e hijos; ayudarles a desarrollar actitudes
críticas, enseñarles a asumir responsabilidades y practicar recursos de
autocontrol, de manera que favorezcamos su autonomía, su seguridad y
puedan tomar decisiones de manera más responsable. También es aconsejable
regular nuestro propio consumo de alcohol (si lo tenemos), llevando a cabo
un consumo responsable, moderado y respetuoso.
- Si ya existe una sospecha
de consumo, debemos actuar con prudencia: valorando
la dimensión y la gravedad del problema, tratando de ajustar nuestra
reacción a la situación de forma proporcionada. Es importante que
conozcamos las circunstancias del consumo, saber el tipo de relación que
nuestra hija o hijo está manteniendo con el alcohol (experimental, como
diversión, como forma de relacionarse,...), y debemos apostar siempre por
la comunicación y el diálogo.
- Es normal sentir angustia,
preocupación y desorientación: pero
la pérdida de control, el alarmismo y las actitudes persecutorias, solo
ocasionan más angustia. Por eso debemos evitar las acusaciones, el
bombardeo de preguntas, las actitudes de vigilancia y posturas
excesivamente rígidas y coercitivas. Tampoco debemos actuar con
indiferencia ante una sospecha o evidencia de consumo. No es recomendable
registrar pertenencias y habitaciones porque los hijos lo viven como una
traición a la confianza.
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